Aunque el origen del circo se remonta a tiempos inmemoriales, este tipo de espectáculo, tal y como lo conocemos hoy en día, en realidad no es demasiado antiguo.

Nació de la mano de un inglés llamado Philip Ashley, en un barrio londinense, allá por el año 1768. Al parecer, él mismo formaba parte de la función realizando algunas peripecias a lomos de un caballo.

Con el paso del tiempo, aquel formato fue abriéndose paso hasta nuestros días, en que los circos ambulantes siguen recorriendo nuestras ciudades, haciendo las delicias de grandes y pequeños.

Recientemente, he tenido la oportunidad de reconciliarme de nuevo con las películas musicales, gracias a mi hija mayor, a la cual, sin duda, le chiflan.

Vengo a decir lo de «reconciliarme», debido al concepto que tenía de este género desde mi infancia.

Aquellas películas, sin ser demasiado consciente de ello, marcaron una profunda huella en mi memoria. Recuerdo algún sábado por la tarde, frente al televisor, aguantando estoicamente a Fred Astaire y Ginger Rogers bailando y cantando una canción tras otra.  Era más de lo que la frágil mente de un chiquillo podía soportar.

Durante el tiempo que duraban las cancioncillas, podías ir tranquilamente a hacer tus necesidades o aprovechar para adelantar los deberes del lunes, y retomar de nuevo el argumento de la película.

sensacine.com

Carmen escuchaba unas canciones en su tablet que llamaron nuestra atención. Se trataba de la banda sonora de un musical llamado The Greatest Showman, del año 2017. En él, cuenta las andanzas de un empresario estadounidense llamado P. T. Barnum, con gran habilidad para olfatear los negocios, que montó una especie de circo donde tenían cabida toda clase de rarezas, tanto humanas como animales. Fue el origen del famoso circo de los hermanos Ringling.

El papel de Barnum está protagonizado por Hugh Jackman.  Un polifacético actor australiano que nos sorprende cantantando y bailando con mucha soltura, si pensamos que contaba con 48 años cuando la rodó. Todo un veterano.

La película engancha por su música y por su puesta en escena tan sorprendente. Disfrutamos mucho viéndola en familia. Nada que ver con las antiguallas que yo recordaba.

Al verla nos recordó a un corto que habíamos visto tiempo atrás,  que se titula: El circo de las mariposas, cuya temática es similar.

Esperando que disfrutéis, os dejamos con él.

Saludos desde la buhardilla.



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